domingo, 15 de agosto de 2010

`Origen (Inception)´, ladrones de sueños



“Una idea es un tipo de virus muy peligroso: es resistente y altamente contagiosa. El más leve germen de una idea puede crecer hasta llegar a definirte, o a destruirte...”
-Dom Cobb
Y llegó el momento de hablar de la que anticipe que iba a ser la película del verano (y seguramente del año). He retrasado algo este momento (ya hace más de una semana que la vi el día en que se estreno) con la intención de volver a verla de nuevo antes de formarme ninguna opinión definitiva sobre ella. En primer lugar para reposar un poco esa primera impresión, y en segundo lugar porque es una película tan enorme y tan complicada que creo que hacen falta (por lo menos) dos visionados para comprenderla y disfrutarla enteramente. Y yo desde luego he disfrutado mucho.
`Origen´ (Inception, 2010) era una prueba de fuego para Christopher Nolan, director al que hasta hace poco casi nadie consideraba el genio que es considerado ahora. La verdad es que tras la estupenda `The Dark Knight´ (2008) lo más lógico hubiese sido que Nolan hubiese rodado la tercera parte del hombre murciélago, que es lo que todos estábamos esperando. O que se dedicara a un film algo más ligero y fácil de hacer como ya hizo con la estimable `El Truco Final´ (The Prestige, 2006) entre `Batman Begins´ (2005) y `El Caballero Oscuro´. En lugar de eso Nolan ha tomado las riendas de un proyecto complejo y arriesgado (basado en su propia idea), casi como queriendo probarse a sí mismo hasta dónde puede llegar. Y creo que puede decirse que ha superado la prueba con creces.


Cine de entretenimiento a lo grande
Al igual que ya ocurriera con `El Caballero Oscuro´ (probablemente la mejor película de superhéroes de la historia), ni siquiera la excesiva campaña de publicidad ha logrado reventar el efecto sorpresa en la historia de `Origen´, dando la oportunidad al espectador de descubrir de qué va realmente a medida que ve la película (como debería de ser siempre). Resulta agradable comprobar que todavía hay filmes que logran contar historias originales que sean capaces de tener al público enganchado a la pantalla. Incluso en películas tan buenas como `Avatar´ (id, James Cameron, 2009) no existía esa sorpresa, pues nos sabemos la historia de pe a pa. Es por eso por lo que `Origen´ resulta tan especial.
Es cierto que el film de Nolan tiene ecos de películas ya vistas. `Matrix´ (1999) sería la primera referencia que nos vendría a la memoria, pero incluso con esa película las similitudes son muy puntuales, y no tienen nada que ver con la historia que cuentan cada una. Y es que `Origen´ nos cuenta la historia de Dom Cobb (Leonardo DiCaprio), un tipo que se dedica a meterse en la mente de los demás mientras éstos duermen para robarles información relevante. Una especie de espionaje industrial a lo bestia. Esa simple idea ya resulta totalmente magnifica y terrorífica al mismo tiempo (realmente me quita más el sueño Cobb y su equipo que el mismísimo Freddy Krueger). Pero Nolan no se queda ahí y plantea un reto completamente nuevo al equipo de “ladrones de sueños” de Cobb: hacer lo contrario de lo que es su costumbre, en lugar de robar una idea de la mente de alguien su misión será introducirla. 
Es curioso ver películas que intentando ser reflejos de la realidad se perciben como sueños (ya hablé de `Mr. Nobody´) y que una película como `Origen´, que trascurre en su gran mayoría en el mundo de los sueños, tenga un tono completamente realista. A pesar de desafiar la gravedad, el tiempo y el espacio el film de Nolan no pierde en ningún momento ese tono de máximo realismo (al igual que no lo perdían las de Batman a pesar de ser films de superhéroes) y la verdad es que se siente mucho más como una película de atracos que como una historia de fantasía o ciencia ficción (más parecida a `Heat´ que a `Matrix´). Y es que Nolan ha sabido aplicar con suma inteligencia las reglas y maneras de un tipo de cine (el de entretenimiento) a otro completamente diferente (llámese experimental o directamente raro). Y lo ha hecho satisfactoriamente.
El inteligente planteamiento su film le permite a Nolan un juego practicamente ilimitado, con innumerables posibilidades y formas de ser abordado. El mayor éxito del director británico es saber aprovechar al máximo el potencial de la idea que tiene entre manos y ofrecernos con ello un buen espectáculo, complejo y cuidado hasta el más mínimo detalle. Y es que, al plantear la posibilidad de los sueños dentro de otros sueños, Nolan convierte el juego que propone la película en algo único. Realmente uno va sintiéndose cada vez más sumergido en esos niveles de sueño (cada cual más peligroso que el anterior), en el que todo lo que ocurre en el nivel anterior tiene su relevancia. También logra dar coherencia y permite el perfecto entendimiento de todo ello (que sobre el papel debía resultar un lio descomunal) con una gran planificación y un montaje inmejorable.

Quedan escenas para el recuerdo como la del personaje de Joseph Gordon-Levitt en el hotel, mientras que los movimientos y giros de la furgoneta hacen que la estructura de éste se retuerza, dando lugar a algunos de los momentos más impresionantes y mejor planificados que un servidor ha visto en mucho tiempo (sin necesidad de vulgares y exagerados efectos digitales ni 3D). Poco a poco, todo se va complicando más, con un ritmo in crescendo estupendo, y se llega a jugar con cuatro situaciones que se dan al mismo tiempo pero a ritmos distintos (genial utilización de la cámara lenta). Esta complicada estructura narrativa exige un mayor esfuerzo por parte del espectador, que acaba extasiado al mismo tiempo que agotado por el torbellino de emociones que propone la película.
Y es que en la superproducción de Nolan hay hueco para todo: acción, romanticismo, ciencia-ficción, filosofía… Sin duda la película es rica en contenido, aunque por alguna razón se le esté atacando (incomprensiblemente) el ser una película vacía. Como si `Origen´ buscase realmente ser una "película profunda" sobre la naturaleza del subconsciente humano o algo parecido… No nos engallemos: aunque tenga rasgos de cine de autor y experimental estamos ante una película de aventuras pura y dura, en el que hay un héroe atormentado con un obstáculo que superar para lograr su objetivo: la vuelta al hogar con sus hijos. El personaje que interpreta Leonardo DiCaprio (que guarda ciertas similitudes con el que ya interpretó en `Shutter Island´) no sólo debe de ejecutar exitosamente su última misión, sino que debe de librarse del recuerdo de su mujer fallecida y perdonarse a sí mismo en el camino, lo cual le da a su viaje interés y emoción.

DiCaprio hace una actuación más contenida de lo que suele ser habitual en él (sin tanta exageración), lo cual favorece al personaje, logrando dar humanidad a una película que puede correr el peligro de parecer demasiado fría por el particular estilo de Nolan (que al igual que Stanley Kubrick, parece tener más cerebro que corazón), pero que realmente no lo es. Lo que pasa es que el director deja la emoción a imágenes concretas (algunas del mundo creado por Mal y Cobb), a la buena labor de los actores (la confesión de Cobb al recuerdo de su mujer, y el momento en el que la deja ir definitivamente de su vida) o a la genial música compuesta por Hans Zimmer (sobre todo el tema final titulado `Time´, que acompaña a Cobb mientras llega a casa como un hombre liberado y se reúne con sus hijos). En todos esos momentos, de una forma u otra, la película tiene la capacidad de poner el bello de punta.
Alrededor de DiCaprio, y con evidente identidad de piezas pertenecientes a un enorme mecanismo, un plantel de secundarios de autentico lujo: Joseph Gordon-Levitt, Cilliam Murphy, Ken Watanabe, Michael Caine, Ellen Page, Tom Berenger, Pete Postlethwaite, Tom Hardy y Marion Cotillard. Cada uno tiene su función en la trama (ninguno es más relevante que otro), y todos ellos forman una pieza imprescindible en el prodigioso puzle propuesto por Nolan. Se trata de personajes claramente estereotipados, pero no planos, pues cada uno tiene una personalidad perfectamente definida por el actor que lo interpreta. Todos cumplen con creces, pero destacaría especialmente a Gordon-Levitt (que se rumorea que será el villano en la próxima de Batman), Cilliam Murphy (actor que siempre me ha parecido muy infravalorado), Ellen Page (a través de sus ojos descubrimos a Cobb) y la preciosa Marion Cotillard (en plan femme fatale, triste al mismo tiempo que cruel y peligrosa).

En definitiva, un éxito rotundo por parte de Christopher Nolan, que ha vuelto a lograr un espectáculo inteligente y emocionante, visualmente estimulante pero realista, cine de entretenimiento pero de calidad. ¿Defectos? Bueno, a veces los actores parezcan explicar la película al espectador, repitiendo algunas ideas varias veces, cuando en realidad entre ellos deberían de entenderse con mayor facilidad. Pero resulta algo comprensible por lo lioso de la historia y su carácter de cine comercial. Realmente no creo que se le pueda echar nada en cara. `Origen´ es una película magistral, y no puedo más que alegrarme por su éxito, que espero que sirva como prueba de que el público está dispuesto a entregarse a propuestas nuevas e inteligentes, y a que no todo sean fuegos artificiales y dárselo todo bien mascado.
PD: Sobre el detalle final de la peonza. ¿Quizá la esposa de Cobb tuviese realmente razón y ese mundo tampoco era real? O quizá está a punto de caerse justo antes de cortar la imagen (se tambalea durante unos momentos). O igual lo que Nolan nos está diciendo es que efectivamente la película no es más que un sueño: su sueño, que nos ha permitido compartir durante dos horas y media (que se hacen cortas). Saquen sus propias conclusiones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente peli... coincido con que es un final abierto a la interpretación y no lo que algunos dicen que es un anticipo de que habra continuacion

Alain Rodriguez dijo...

Desde luego no me imagino una segunda parte de esta peli. No le falta ni le sobra nada.